Polinización manual. (pelargonios)- Rocio B
Partimos de una flor de nuestros geranios, sana y recién abierta.
Cogemos nuestro pincelito, uno pequeño y suave, para que haga la misma función que las patitas de los insectos y nos encaminamos a nuestra florecilla, con cara de comadronas.
Frotamos el entro de la flor con el pincelito, con la idea de que se venga impregnado el polen de esta en el pincel (no hace falta apretar, no seais bastas)
Cogemos nuestro pincelito, uno pequeño y suave, para que haga la misma función que las patitas de los insectos y nos encaminamos a nuestra florecilla, con cara de comadronas.
Frotamos el entro de la flor con el pincelito, con la idea de que se venga impregnado el polen de esta en el pincel (no hace falta apretar, no seais bastas)
El pincel, queda impregnado con los granitos de polen de la flor.
Con el pincel impregnado, nos vamos a otra flor en las mismas condiciones, o sea fresca y recien abierta y repetimos la operación, frotamiento en el centro de la florecilla.
Con un poco de suerte, pasados unos días, cuando el resto de la flor vaya secándose, observaremos que se ha formado la vara de semillas.
Entonces, agarramos nuestro bote de cola de papelería, normal y corriente:
Y ponemos una gotita en la punta de la vara, para que al abrirse, no salgan volando las semillas y las perdamos de un "mal parto"
Una vez realizado este "sellamiento" de las semillas, solo tendremos que esperar pacientemente a que estas maduren.
Imagen de las semillas de un pelargonio
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